Los convocantes explican en un escrito que Patricia Izquierdo fue objeto de abusos sexuales por parte de su padrastro desde los 10 hasta los 15 años. Durante esos cinco años ocultó a su familia lo que le estaba sucediendo por vergüenza y por miedo. Finalmente, tras contarlo a la familia ante el temor confirmado de que su hermana pequeña estaba sufriendo los mismos abusos, no pudo resistir más las secuelas psicológicas de tantos años y terminó por suicidarse en el metro de Madrid.

Agregan que el padrastro de Patricia "ha sido condenado a sólo tres años de cárcel por los abusos a Patricia y un año y medio por los de su hermana. Se da la circunstancia de que dicho individuo es guardia civil y sólo se le ha inhabilitado por tres años. Así mismo, pasado ese tiempo recuperará la Patria Potestad sobre la hija pequeña".

A la iniciativa de la Familia de Patricia Izquierdo se han sumado otras muchas familias de víctimas, como la de Mª Luz Cortés y la de Sandra Palo, que asistirán a la manifestación. El acto, en el que colabora la asociación Protégeles, ha sido concebido como una "marcha blanca contra la pedofilia", a imagen y semejanza de las que se han producido en Europa desde la Marcha Blanca de Bruselas por el caso de Marc Dutroux -1996-. Todas estas marchas tienen en común la lucha contra la pedofilia y la presencia predominante del blanco entre los asistentes (camisetas, globos, gorras, banderas blancas).