YAKOVLEV

FAMILIARES RELATAN, ENTRE LÁGRIMAS Y SOLLOZOS, EL "CALVARIO" QUE SUFRIERON POR LAS IDENTIFICACIONES ERRÓNEAS

- "Nos pidieron" que lo incineraran el mismo día del funeral "por la noche", cuenta el hermano de un militar

MADRID
SERVIMEDIA

Tres familiares de los militares que fallecieron que el accidente del Yak-42 y que fueron identificados erróneamente relataron hoy en el juicio, entre lágrimas y sollozos, el "calvario" que sufrieron desde el momento en el que tuvieron dudas sobre la identidad de los cadáveres que les habían entregado.

Citados como testigos en el juicio que la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional está celebrando por el error en las identificaciones de las víctimas del accidente del Yak-42, los familiares coincidieron en remarcar que había casi desde el principio dudas sobre la identificación por la prontitud en la repatriación.

Más excéptico fue Alfonso Agulló, hermano de uno de los fallecidos y ex presidente de la asociación de víctimas, quien declaró que el general Navarro le aseguró que las identificaciones eran "indubitables e infalibles". Le creyó porque, añadió, es "absurdo que sus compañeros los hubieran identificado mal".

Agulló reconoció que se "derrumbó" en febrero de 2004 cuando conoció las actas de los forenses turcos en las que identificaban a su hermano como otro de los cadáveres.

SIN PAPELES

Este hermano de uno de los 30 militares que fueron mal identificados indicó que "no hubo impedimento" por parte de la funeraria para enterrar a su hermano pese a la "situación atípica" de que no había certificado de fallecimiento alguno.

Situación similar relató José Antonio Alarcón García, quien dijo que para incinerar a su hermano no le pidieron "documento ninguno". Así como Carlos Perla, hermano de otro de los militares, que señaló que la funeraria le reconoció que era una "situación irregular" la del enterramiento sin documento de fallecimiento.

Los tres testigos contaron ante el tribunal cómo se enteraron de la noticia del accidente y del momento en el que empezaron a dudar sobre la identidad. Agulló dijo que se quedó contento con las explicaciones del general Navarro.

Por un lado, Perla destacó que sus dudas empiezan cuando reclamaron el anillo de su hermano y no aparecía, mientras que Alarcón dijo que desde el funeral sospechó porque pidió que le enseñaran a su hermano y se le negó porque "no había llaves ni nada" para hacerlo.

Alarcón declaró al tribunal que, en el funeral, les pidieron que "fuera ese mismo miércoles por la noche" cuando enterraran a su hermano, por lo que le extrañó tanta rapidez y le llevó a ahondar más en la identificación de su hermano.

Todos coincidieron en que sus dudas permanecieron hasta febrero de 2004, cuando conocen las actas de los forenses turcos, aclaran las identificaciones y meses después se procedió a las exhumaciones.

(SERVIMEDIA)
26 Mar 2009
PAI