La sentencia de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo relata que en agosto de 1993, dos empleados de la Serrería Troans S.A. talaban los árboles de la finca propiedad de la familia de la fallecida, que habían sido vendidos para este fin, cuando se produjo el accidente.

El Alto Tribunal considera que, tanto los trabajadores como el responsable de a cuadrilla, no tomaron "las máximas cautelas de prevención adecuadas", para prevenir "la posibilidad de que cualquier persona pudiera adentrarse en el lugar" donde caían los árboles talados.

Por ello, el Supremo condena a los dos trabajadores, el gerente y propietario de la práctica totalidad de la serrería, y la empresa en cuestión a pagar solidariamente cinco millones de pesetas al viudo de la mujer, cuatro millones a uno de sus hijos y medio millón a cada uno de sus otros tres hijos.

REBAJA DE L INDEMNIZACION

De este modo, confirma una sentencia dictada anteriormente por la Audiencia Provincial de Pontevedra que rebajaba en trece millones y medio las indemnizaciones impuestas por el juzgado de primera instancia de A Estrada, que la había fijado en 24,5 millones de pesetas.

El Supremo argumenta para esta rebaja de la condena que hay que "atenuar el monto de la responsabilidad por las circunstancias de la propia conducta de la víctima", y añade que "se trató simplemente de un accidente sorevenido por actuación defectuosa de los demandados".