En rueda de prensa en San Sebastián, el hermano mayor de Eugenio, Miguel Angel Olaciregui, leyó un comunicado en el que la familia afirma: "Sepa la opinión pública vasca que ETA mata primero con la bala y después con la calumnia, sabedores de que los muertos no pueden defenderse".

"A través del sufrimiento de esta familia", añade la nota, "la organización que dice querer liberar Euskal Herria ha utilizado un inocente como cabeza de tuco con el único de fin de atemorizar a la sociedad vasca".

El comunicado asegura que ningún miembro de la familia tenía conocimiento de que Eugenio conociera a Valentín Lasarte, y agrega que "poco parece haber importado a ETA el porcentaje de duda razonable que pudiera existir en el caso".

Además, la familia Olaciregui se pregunta: "¿Dónde están las garantías procesales?, ¿dónde el derecho a la defensa de la víctima?, ¿es esta la alternativa democrática que ofrecen a este pueblo?".

En el miso comunicado, la familia Olaciregui afirma que "el único delito que cometió Eugenio fue el ser una persona excepcional, entregada por entero a su familia, a vivir para el deporte, a intentar ser un trabajador modelo y en despilfarrar el poco tiempo libre que tenía en organizar actividades infantiles en el barrio".

Finalmente, mantienen que nunca vengarán la muerte de Eugenio, mientras confían en que los asesinos paguen el castigo que la ley establezca por el crimen cometido.