Por su parte, Julio Oroz Eguía ha negado su participación en esta operación descubierta el pasado miércoles por la policía alemana. Según ha señalado este navarro de 46 años desde la cárcel donde se encuentra como preso preventivo, su intención era ayudar a las autoridades para que capturaran a los traficantes del material radioactivo.

Oscar Oroz ha indicado a diversos medios de comunicación navarros que su padre emprendió viajehacia Ucrania o algún otro país cercano en el mes de julio y que desde hace varios días no ha llamado al domicilio familiar. "Nadie nos ha confirmado que haya sido detenido", indicó, para agregar que tenía previsto regresar a la localidad navarra, situada en el valle del Baztán, el próximo mes de septiembre.

La vida de Julio Oroz Eguía ha estado repleta de problemas económicos, empresas en quiebra y deudas. "Ha originado muchos problemas a su familia" e "iba de salto en salto, iniciando negocios que lego no se veían", afirmaron varios vecinos de Irurita.

Nacido al parecer en Pamplona, residió en Vitoria durante su infancia y juventud. Posteriormente pasó temporadas en América y en los años 70 regresó a Elizondo (Navarra), donde trabajó como peón de la construcción.

En esta década Julio Oroz se casó con una vecina de Irurita, localidad cercana a Elizondo. El matrimonio ha tenido dos hijos que residen, junto a la madre, empleada del hogar, en una casa prefabricada situada en las afueras del puelo.

Julio Oroz se constituyó años después en empresario autónomo de la construcción. Trabajó en diversas obras, privadas y públicas, y a finales de los años 80 intentó la promoción de chalés en unos terrenos cercanos a la capital navarra. La falta de financiación hizo que el negocio, Construcciones Oroz, no prosperara y finalmente quebró, dejando deudas a diversos proveedores, a la Seguridad Social y a sus trabajadores.

La pista del detenido parece perderse en los últimos años y lo único que se sbe son los comentarios de que tenía "negocios" en Rusia y Alemania.