Así lo afirmó hoy, en rueda de prensa, el director general del Consejo de Cámaras de Comercio, Eduardo Moreno, quien sostuvo que la inversión de las empresas españolas en otros países se encuentra "estrangulada por la falta de liquidez", un problema que "hay que solucionar cuanto antes".

La caída de la demanda interna, en época de crisis, históricamente ha provocado un aumento de la salida al exterior de las empresas españolas. Sin embargo, la actual situación, en la que "todos los países están en recesión", obliga a apoyar especialmente a la internacionalización.

Las Cámaras presentaron hoy el Plan Cameral de Apoyo a la Internacionalización 2009, dotado con 120 millones de euros (más las cantidades que, adicionalmente, pudieran aportar las comunidades autónomas).

Este presupuesto está "en línea con el del año pasado". Se trata, de este modo, de la primera vez que no aumenta el presupuesto dedicado por las Cámaras al plan de internacionalización, desde los años 90.

Esta cantidad proviene del Impuesto de Sociedades de las empresas (una parte de los cuales ha de estar dedicada a actuaciones de interés general), fondos europeos y encomiendas de gestión de las administraciones (partidas, estas dos últimas, que cabe prever que se vean muy reducidas en este ejercicio).

Según las Cámaras, las actuaciones que contempla el plan afectarán a más de 30.000 empresas. Además, se dará asesoramiento sobre internacionalización a cerca de 3.000 empresas, se pondrán en marcha cerca de 1.000 actuaciones de promoción y se ayudará a cerca de 500 empresas a salir al exterior.

El objetivo es que, hasta 2013, un total de 3.500 empresas internacionalicen su actividad; actualmente, la base exportadora española la forman cerca de 35.000 empresas.

El plan pasa por medidas de sensibilización, iniciación, formación, cooperación e inversión. Las novedades del plan en 2009 son las actuaciones para el acceso a mercados multilaterales (como el Banco Mundial), para la cooperación e implantación entre empresas (que se agrupen empresas del mismo sector para salir a otros mercados) y programas de competitividad internacional y de seguimiento de la competitividad de las industrias de otros países (para poder competir).

Además, el plan pretende abrirse a nuevos mercados, como Ucrania, Rusia, países de Asia y Estados Unidos, más allá de los destinos de la Europa comunitaria.

Según datos de las Cámaras, sólo un 1% de las empresas españolas exportan, y el 50% de ellas lo hace a un solo mercado. Para garantizar su supervivencia, en una situación económica como la actual, es preciso impulsar la internacionalización.

El plan da un apoyo especial a sectores como el del automóvil, el inmobiliario, el de subcontratación industrial y el de los materiales de construcción, los más afectados por la crisis.