"Desde el momento en que los jueces se llenan de soberbia, el diálogo, incluso con los compañeros, se hace imposible. Hay una falta de preparación tcnica en un tanto por ciento muy elevado de los jueces, quizá como técnica en un tanto por ciento muy elevado de los jueces, quizá como consecuencia de una deficiencia en la organización de las oposiciones", indicó.

Agregó que, además, ahora falta el compañerismo de tiempo atras, ya que "antes yo me podía comunicar con otros jueces próximos para consultarle, para ilustrarme. Ahora mismo, la soberbia es tan absoluta y la enemistad o el enfrentamiento tan absoluto que hace que nadie cuente con otro juezpara pedir una ayuda jurídica, para que le aconseje o para que le hable".

"Porque enseguida nos encontramos", concluyó su argumentación, "con las corrientes 'políticas', que hacen que unos jueces sean de una asociación, unos son propuestos para el Consejo por una linea política o por otra, y todo eso produce enfrentamientos y desconfianza, envidias, celos, y eso es malo porque no ayuda a esa labor eficaz de la justicia".