De las cerca de 200.000 asistencias prestadas por el Race entre el pasado 15 de julio y el 1 de septiembre, un 35,2% (60.488) se debieron a fallos en el sistema eléctrico (encendido, motor de arranque, bujías, alternador o batería). El RACE explica que el sistema electrónico es el que más problemas plantea porque los componentes de los coches actuales son, en su mayoría, eléctricos.

Otros fallos detectados, aunque menos frecuentes, fueron los provocados por los accidentes de circulación, que motivaron el 13% de las asistencias llevadas a cabo por el RACE, y las averías en el sistema de refrieración (bomba de agua, electroventilador, manguitos o radiador), que siempre falla más en verano por el calor y que representaron el 9,6% de las averías.

También fueron importantes, según los datos del RACE, las averías producidas en el motor, que originaron un 7,3% de las asistencias de esta organización y se debieron principalmente a fallos en la distribución, en la junta de la culata o en las correas.

En cambio, el menor número de averías se debieron a fallos en la suspensión, el 0,1% del totl, los frenos (0,5%) y la dirección (1,2%). Otras averías asistidas por el RACE en el citado período fueron las reparaciones relacionadas con el equipamiento (1,7%), el cambio (2,4%), los neumáticos (2,7%), el embrague (2,8%) y la carburación (3,5%).

Según los responsables del RACE, la circulación en carretera, debido a la conducción prolongada y a la velocidad más elevada, es el momento propicio para que surjan problemas en el coche. Por ello, insisten en que muchas averías podrían prevenirse realizado revisiones periódicas a los elementos más importantes de los vehículos.