En el último análisis de Anotaciones FAES, la fundación de Aznar indica que “el desvergonzado surrealismo en el que se desarrolla la política catalana bajo el gobierno de los secesionistas alcanza todos los días nuevas cotas”.

“Al presidente de la Generalidad, uniéndose a las reacciones de los prófugos de Waterloo tras la sentencia del TJUE que avala a la Justicia española, no se le ha ocurrido otra cosa que declararse, él también, ‘minoría perseguida’ en tanto que independentista catalán”, resalta FAES.

A este respecto, sostiene que “la matraca es conocida” y “se trata de repetir hasta la náusea que a [Carles] Puigdemont y a los demás se les persigue porque quieren separarse de España, no por declarar unilateralmente la independencia, malversar fondos públicos y desobedecer a los tribunales”.

Según la lectura de FAES, “el de Aragonés y compañía debe ser el único caso en el mundo en el que una ‘minoría perseguida’ gobierna el territorio en el que se supone que tiene lugar la persecución, manda la Policía que, según esto, estaría persiguiéndola”, además de que “controla la Administración para asegurar su poder y apoya –y es apoyada– por el Gobierno del Estado que querría acabar con ellos”.

De hecho, FAES recuerda cómo al día siguiente de pronunciada la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, “el partido del Gobierno del ‘Estado perseguidor’ en Cataluña –el PSC – y la ‘minoría perseguida’ anunciaban el pacto que permitirá al jefe de la ‘minoría perseguida’ aprobar los presupuestos y continuar en el gobierno autonómico hasta el final de la legislatura”.

“Ya sabemos que nacionalismo y victimismo son indisociables, pero, en este caso, si quieren dar pena en Europa –y no lo tienen nada fácil–, Aragonés y los suyos van a tener que trabajar mucho para mejorar su mentira”, remacha la fundación que lidera Aznar este texto.