"Desde la FADSP apoyamos la movilización del 10 de noviembre a favor de la Atención Primaria, pero no una huelga de 24 horas, que tendría una escasa capacidad de hacer presión y que debería convocarse si fracasaran unas negociaciones que ni siquiera han sido planteadas ante las autoridades autonómicas responsables de los servicios de Atención Primaria", argumentó esta federación en un comunicado.

"Consideramos que el día 10 de noviembre debe suponer el punto de partida para una movilización que abra las puertas a las negociaciones entre sindicatos y organizaciones profesionales", por un lado, y entre facultativos y autoridades sanitarias en cada comunidad autónoma, por otro, "para la mejora y potenciación de la Atención Primaria", continúa la FADSP.

En cualquier caso, la federación en defensa de la sanidad pública reconoce que "es necesario coordinar esfuerzos para sacar a este nivel asistencial de su actual deterioro, mejorar su capacidad resolutiva y la calidad de la atención que presta".

Las principales razones que argumenta "10 minutos" para justificar esta convocatoria son el aumento progresivo de la demanda asistencial, que, según la plataforma, no se corresponde con la posibilidad real de atención; el exceso de burocracia; los sueldos bajos; los contratos basura, y el escaso tiempo que pueden dedicar los facultativos a cada paciente.