En un comunicado, la FADSP señala que la actuación del ejército israelí está suponiendo la destrucción sistemática de estructuras basicas para la salud y la supervivencia de ambos paises (energía eléctrica, comunicaciones, empresas, etc).

Esta destrucción, continúan las asociaciones en defensa de la sanidad pública, "alcanza especialmente a las infraestructuras sanitarias (centros de salud, hospitales, etc), que están siendo inutilizadas sin respetar la Convención de Ginebra ni la Declaración de Derechos Humanos".

Los resultados de esta intervención no son solo graves daños para la salud de las personas en el momento actual, "sino que tendrán consecuencias incalculables y supondrán un dramático incremento de la morbilidad y la mortalidad en los próximos veinte años".

Por todo esto, la FADSP exige el cese de las agresiones y el respeto de los derechos humanos de todas las personas que habitan la zona, especialmente de la población civil, y se solidariza con todas las movilizaciones convocadas para exigir la paz inmediata en Oriente Medio.