Gil explicó que en 1991, por cuarto año consecutivo, las ventas de la industria agroalimentaria han registrado un retroceso real, ya que sólo crecieron un 1,5 por ciento, menos que la inflación.

Según Gil, esto significa que en 1991 se ha vendido más barato. Para el responsble de FIAB, la evolución del sector agroalimentario en 1992 será muy parecida a la del año pasado, con un incremento de la facturación de el 1,5 y el 3 por ciento.

Aseguró que la desaceleración del crecimiento de la economía no afectará mucho a la industria agroalimentaria, ya que "no es un sector especulativo al que le pueda repercutir de manera notable el que el PIB crezca medio punto más o menos".

En opinión de Gil, en 1992 aumentarán las importaciones de productos extranjeros, pero también cecerán las exportaciones. El año pasado, las ventas de la industria agroalimentaria en el exterior ascendieron a 987.804 millones de pesetas, frente a unas importaciones de 1.183.000 millones, lo que situó el índice de cobertura en el 83,4 por ciento.

El presidente de FIAB señaló que los beneficios de la industria de la alimentación y bebidas han sido inferiores en 1991 a los del año anterior, "pero cada día estamos en mejor disposición para afrontar a la competencia exterior que se nos avecina con elmercado único de 1993".

Según Gil, los sectores que más problemas tendrán en 1993 para internacionalizarse serán el lácteo y los productos afectados por la reforma de la Política Agrícola Común. "Lo que me preocupa", dijo, "no son los problemas específicos de sectores concretos, sino los problemas generales de la industria española".

Insistió en que la industria española necesita modernizarse y capitalizarse para impedir que los productos extranjeros invadan España y conseguir que las empresas esañolas se implanten en el exterior. Gil aseguró que el sector de alimentación y bebidas "es de lo más saneado que hay en la industria española".

También se refirió a la entrada de capital extranjero en el sector agroalimentario español y dijo que tiene su lado bueno y malo. Como positivo, destacó que este capital contribuye a solventar la falta de financiación existente en las empresas españolas y permite aumentar su tamaño.

Sin embargo, criticó las grandes participaciones extranjeras en sectorescuya continuidad no está asegurada. A su juicio, estas empresas intentan comprar cuotas de mercado para que más tarde sean aprovechadas por las empresas que tienen fuera de España.

NEGOCIACION COLECTIVA

En cuanto a la negociación colectiva de este año, Gil dijo que "nosotros no negociaremos una subida salarial dos puntos por encima del IPC". Explicó que ofrecerán un aumento de al menos un punto por debajo del registrado en 1991 en el sector agroalimentario, que fue cercano al 8 por ciento.

"Basr la subida salarial en una previsión de inflación del 6 por ciento, como hacen los sindicatos, me parece legítimo, pero no es muy sensato", añadió, al tiempo que afirmó que "es evidente que si toda la economía se basa sobre un supuesto de IPC del 5 por ciento, que no es descabellado, no es sensato hablar del 6 por ciento".

Pese a esta diferencia, Gil no prevé que este año haya mucha conflictividad laboral en el sector, ya que "si se cumplen todas las previsiones de amenazas de huelgas generales de lo sindicatos, por la reducción de las prestaciones a los parados, la industrialización del país y otros aspectos, estaremos todo el 92 con huelgas y no creo que las movilizaciones en las empresas de alimentación y bebidas sean muy importantes".

Finalmente, Gil reconoció que las relaciones con los actuales responsables de los ministerios de Agricultura y de Sanidad y Consumo son más fluidas ahora que con los que había antes.