De esa cantidad, que es el precio total de las importaciones, 706.594 millones de pesetas corresponderán a las compras de crudo y 171.325 millones a las de productos petrolíferos refinados.

Al mismo tiempo, en 1991 las exportaciones de productos petrolíferos refinados se elevarán a 244.650 millones de pesetas, casi 10.000 millones más que en 1990.

El resultado seráque la balanza petrolífera arrojará a fin de año un déficit de 633.269 millones de pesetas, 30.000 millones menos que en 1990, como consecuencia principalmente del menor coste del barril de petróleo.

Según las últimas previsiones oficiales, el precio medio del barril del petróleo durante 1991 será de 19,1 dólares, 1,5 dólares menos que en 1991.

Esta bajada del barril compensará sobradamente la ligerísima depreciación de la divisa española en relación a la norteamericana, ya que su tipo de cambio edio pasará de 102,3 pesetas por dólar en 1990 a 102,8 en 1991.

NIGERIA, PRIMER SUMINISTRADOR

Por otra parte, los datos oficiales muestran que, a lo largo de este año, Nigeria se ha confirmado como el primer suministrador de crudo hacia España, con un 26 por ciento de las compras realizadas en el primer semestre de 1991.

A continuación figuran México (18 por cien), Irán (14 por cien), Libia (12 por cien), Arabia Saudí (10 por cien) y Argelia (5 por cien), todos los cuales se han beneficiado de a cuota dejada de adquirir a Irak y el fuerte descenso de las compras procedentes de la URSS.

En 1991, el défifit petrolífero representará un 1,15 por ciento del PIB y en torno al 62 por cien del déficit de la balanza por cuenta corriente, cifras que ponen de manifiesto que la guerra del Golfo no se ha traducido en una factura petrolera más cara, sino todo lo contrario.