El abaratamient de la energía comprada en el exterior se produjo a pesar de que el volumen de las compras aumentó en un 7,02 por ciento, lo que se explica principalmente porque el precio medio del crudo disminuyó un 9,3 por cien, coincidiendo con la guerra del Golfo.

Eso hizo que, aunque las compras de petróleo crecieron un 2,31 por ciento, la factura pagada por ellas disminuyó 7,29 puntos y se situó en 706.368 millones de pesetas, casi 60.000 millones menos de lo que costó en 1990.

Por el contrario, el precio e la hulla y el gas, opción por la que se inclinó el nuevo Plan Energético Nacional, crecieron, respectivamente, un 3,59 y un 19,68 por ciento. Las compras de hulla costaron 72.222 millones y las de gas, 91.025 millones.

El informe señala que "el gran aumento del consumo interno de gas natural que está siendo impulsado oficialmente ha dado lugar a un importante incremento de las importaciones de este producto, alcanzando un 31,08 por ciento más que en 1990".

A su juicio, el encarecimiento del gasobedece a que su precio, sobre todo durante el segundo semestre del año, dejó de estar ligado al del crudo, como era habitual hasta entonces. Argelia y Libia se repartieron el suministro de gas, con un 64 y un 35,45 por cien de cuota, respectivamente.

En cuanto al carbón, la importación de hulla creció un 23,55 por cien y su precio aumentó un 3,6 por cien. Sin embargo, las compras de lignito descendieron un 40,31 por cien, al dejar de ser importado por empresa eléctricas que lo están sustituyendo hull y fuel, de menor contenido en azufre.

La importación de hulla, según el informe, "se ha visto favorecida por la reducción de la producción nacional (cierre de explotaciones antieconómicas) y la necesidad de cumplir las normas medioambientales comunitarias".

VENTAS DE ENERGIA

Por lo que se refiere a las exportaciones de energía, las ventas al extranjero ascendieron a 272.475 millones de pesetas, un 1,33 por ciento más que en 1990, de las que el 82,9 por cien correspondieron a productos refinado del petróleo.

Las ventas de lignitos ascendieron a 15.721 millones de pesetas, con un descenso del 14,2 por cien, mientras que las de coques de petróleo alcanzaron los 12.698 millones, con un incremento del 30,54 por cien.

Por lo que se refiere al sector eléctrico, no hubo ni exportaciones ni importaciones, en contraste con el año 1990, en que las compras de electricidad al exterior fueron de 2.930 millones de pesetas y las ventas de 3.783 millones.