LOS FABRICANTES DE JAMON COCIDO DAN "AGUA A PRECIO DE CARNE", SEGUN LA OCU

- La asociación de consumidores denuncia precios "injustificables"

MADRID
SERVIMEDIA

La mayoría e los fabricantes de jamón cocido ofrecen "agua a precio de carne", según un estudio de OCU-Compra Maestra sobre este producto, en el que se han analizado un total de 23 marcas entre productos loncheados y en piezas.

La gran cantidad de agua que presentan la mayoría de las muestras del producto cárnico, se debe a la adición de fosfatos por encima de los niveles recomendables, lo que provoca una retención de agua en el jamón.

Esto es provocado por las lagunas que presunta la legislación vigente paa el jamón cocido, con unos límites "excesivamente permisivos" para la composición del producto y la inclusión de aditivos.

Así, la relación entre agua y proteínas (el resultado de dividir la cantidad de agua por la de proteínas) debe ser, según la ley de 4,13, límite que la OCU considera "exraordinariamente generoso". Este límite debería ser de 3,5 y no superar nunca 4.

La OCU afirma que sólo una de cada 3 muestras analizadas alcanzan una aceptable calidad. Los productos presentan además de las antidades "exageradas" de agua, exceso de sal y una calidad de la carne apenas aceptable.

Por ello, la Organización de Consumidores y Usuarios no puede considerar a ninguna de las marcas del análisis como "Compra Maestra", si bien la mejor relación calidad/precio la ofrecen Campofrío y Revilla en lonchas y Cabo, Casademont, Espuña y Revilla, en piezas.

OCU señala en su informe que la utilización de carnes de calidad y una adecuada elaboración del jamón cocido, haría innecesaria la adición de tants aditivos y desembocaría en una mayor calidad del producto, necesaria si se tiene en cuenta que muchas veces está destinada al consumo por parte de enfermos y niños.

Salvo los colorantes, el resto de aditivos es ampliamente utilizado por todos los fabricantes, destacando los ya mencionados fosfatos, así como los potenciadores de sabor.

En cuanto al precio, se observan diferencias "absolutamente injustificadas", con valores medios entre 1.025 pesetas/kilo (del fiambre El Pozo, en lonchas) y las 2290 pesetas kilo (de Morte).

Para una misma marca las diferencias en precio llegan al 61 por ciento (Revilla en lonchas y Tarradellas, en piezas) o 62 por ciento (El Pozo, en piezas).

"DIETIJAM", ETIQUETA ENGAÑOSA

Un apartado especialmente insuficiente es el del etiquetado. Sobre todo el de la marca "Dietijam", que la organización de consumidores la clasifica como un "camelo consentido". Y es que su etiqueta es "un prodigio de imaginación de contenido engañoso".

La denominación que present esta marca de "jamón dietético" no existe. Tampoco la de alta calidad. "Dietijam" afirma que es un alimento completo, cuando ningún alimento lo es por sí sólo y mucho menos el mencionado.

Asimismo, este producto afirma que "alimenta y no engorda". Según la OCU todos los alimentos "alimentan" y ninguno engorda. Lo que engorda es un régimen alimenticio desequilibrado.

Es "bajo en colesterol" porque su contenido en grasa, como el resto de los jamones cocidos, es bajo. Y tiene tanto azúcar y sal com sus compañeros de análisis, a pesar de que en la etiqueta se afirma que el nivel de estos componentes es bajo

Asimismo, el envase dice "aporta potasio, magnesio y fósforo", pero cualquier derivado cárnico lo hace y además, como la mayoría de las muestras del análisis no duda en utilizar fosfatos (en cantidades generosas) potenciadores de sabor y conservantes.

(SERVIMEDIA)
28 Mar 1994
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