En declaraciones a Servimedia, el director general de la patronal de fabricantes de vehículos Anfac, Enrique Fernández Laguilhoat, y el presidente de la patronal de concesionarios (Faconauto), Francisco Salazar Simpson, aseguraron que la eliminación del distintivo provincial de las matrículas será muy favorable para el mercado de segunda mano.

Fernández Lagulhoat y Salazar Simpson explicaron que esta medida evitaría "los compartimentos estancos que hay de determinados vehículos que no se pueden vender más que en su propia provincia por razones peyorativas y de otro tipo".

El responsable de Anfac señaló que, además de desaparecer los indicativos provinciales de las matrículas de los coches nuevos, debería autorizarse a quien compre un coche usado, que seguirá teniendo el distintivo provincial, a cambiar la placa si lo desea por otra con otro distintivo prvincial.

Los responsables de Anfac y Faconauto se mostraron convencidos de que estas medidas reactivarán y agilizarán el mercado de coches de segunda mano. Salazar Simpson insistió en que "la creación de mercados estancos de coches usados es mala para el mercado, los consumidores y la red de distribución".

AUMENTAR LA VELOCIDAD

Sobre la elevación de la velocidad máxima en autopistas y autovías, Fernández Laguilhoat cree que es "razonable" que se haga, porque los automóviles "son cada vez más seuros y fiables, y cuando vas por una autovía perfectamente trazada, es absurdo el límite de velocidad que tenemos. Soy totalmente partidario de que se suba ese límite", afirmó, aunque no quiso concretar a cuánto.

"A mí me encantaría que tuviéramos en España la formación que tienen los alemanes, que permite que en ese país en las autopistas no haya límite de velocidad, dejando que sea el ciudadano el que elija la velocidad que corresponda según el tipo de vehículo y la situación de la calzada", indicó. No obstante, a juicio del responsable de Anfac, esta formación todavía no la hay en España, por lo que, "al igual que sucede en muchos países europeos, nos tendremos que seguir viendo sometidos a un límite de velocidad durante unos años".

Salazar Simpson, en cambio, sí apuntó dónde debería colocarse el límite de velocidad en autopistas y autovías. A su juicio, los 120 kilómetros por hora actuales es una velocidad "ridícula", que debería subirse hasta 140 km/h. Aseguró que en muchos casos es más pligroso circular a baja velocidad por autopistas y autovías que hacerlo a más velocidad.