El programa de gestión de la demanda del ministerio prevé destinar 5.000 millones de pesetas anuales a este tipo de campañas, cuyo objetivo es modificar los hábitos de consumo para incentivar el ahorro energético.

El año pasad, la campaña se dividió en diez programas, de los cuales los que tuvieron mayor aceptación entre la población fueron los destinados a la adquisición de bombillas electrónicas y frigoríficos más eficientes y libres de CFCs.

Esta iniciativa permitió vender casi 600.000 bombillas electrónicas, que consumen 5 veces menos y duran 10 veces más que las convencionales. Por la compra de cada unidad, cuyo precio supera las 2.000 pesetas, se hizo un descuento de 750 pesetas.

Sin embargo, el ministerio tienela intención de reducir la ayuda directa al usuario y estudia la posibilidad de ampliar la campaña a la adquisición de otros electrodomésticos, como lavadoras y lavavajillas.

Este criterio ha provocado inquietud entre los fabricantes de bombillas electrónicas, por entender que las ayudas a este sector se reducirán, a pesar de que es el que consiguió un mayor ahorro energético durante la campaña de 1995.

Benito Rodríguez, director general de Osram, compañía que junto a Philips y General Electric prticipó en este programa, declaró a Servimedia que "el 50 por ciento del ahorro que se consiguió a través de la campaña del año pasado se obtuvo gracias al programa de sustitución de bombillas".

El objetivo de estas compañías es que algo más del 20 por ciento de los 5.000 millones previstos para este año se destinen a este sector en 1996, es decir, el mismo porcentaje que el año pasado.

Sin embargo, fuentes del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE) del Ministerio de Indutria aseguraron que la planificación de la campaña de este año no ha concluido, por lo que todavía no se ha determinado el reparto de las ayudas y las fechas en las que se realizará, que podría ser en primavera.