Aunque las cifras varían cada año en función de las ventas, Anfac estima que anualmente se ponen fuera de circulación en nuestro país entre 600.000 y 700.000 vehículos, lo que supone alrededor de 450 millones de kilos de chatarra.

Carlos Matais, director técnico de Anfac, señaló a Servimedia que "muchos coches se apilan durante un periodo en cementerios y acaban en una fragmentadora dond se recupera la chatarra. Pero al compactarlos, muchas de las sustancias contaminantes que lleva el coche se vierten indiscriminadamente al medio ambiente".

El peso de un vehículo se reparte aproximadamente entre un 70 por ciento de metales férreos, un 5 por ciento de metales no férreos, como el zinc y el aluminio, y un 25 por ciento de otro tipo de materiales, como plásticos, vidrios o caucho.

El 75 por ciento de estos materiales suelen recuperarse, mientras que el 25 por ciento restante se deseha. Entre ese 25 por ciento hay sustancias contaminantes, como el aceite, los refrigerantes y el líquido de frenos.

Según Carlos Matais, "la situación tiene que cambiar, no puede seguir así, entre otras cosas por la cantidad de residuos que genera. Además, supone un derroche de materias primas y una fuente de contaminación".

"Cuando entregan el coche a una chatarrería o un desguace", agregó, "nadie le quita el aceite, los refrigerantes y este tipo de componentes para entregarlos a gestores autoriados, que es lo primero que habría que hacer".

EXPERIENCIA PILOTO

Anfac ha culminado una experiencia piloto cuyo objetivo es concienciar a las administraciones y todos los sectores implicados en relación a este problema. La experiencia ha consistido en la instalación de una planta de reciclado de vehículos en Mejorada del Campo (Madrid), por donde han pasado 400.000 vehículos.

El director técnico de la asociación indicó que con esta iniciativa intentan demostrar "que no es tan complicado el monaje y mantenimiento de este tipo de plantas, así como mentalizar a las empresas para que no dilaten la adopción de medidas".

Algunos fabricantes ya han empezado a utilizar materiales cuyo reciclaje resulta más sencillo. No obstante, Carlos Matais insiste en que "las leyes de mercado que imperan en la actualidad hacen que normalmente salga más barato utilizar materia prima nueva que reutilizar los materiales".