En su comparecencia ante la Comisión de Defensa de la Cámara Alta, Alonso-Majagranzas reclamó que este incremento no tiene por qué ser drástico, pero sí ha de ser "continuado" durante varios años.

El director de AFARMADE destacó que España está en una de las posiciones más bajas de Europa en cuanto a inversión en Defensa, con 1,3 por ciento sobre el Producto Interior Bruto, frente al 2,1% en el que se sitúa la media europea. En gasto en armamento e relación a la población de cada país, la media europea es de 400 dólares anuales por persona, mientras que en España se sitúa en la mitad, 200 dólares.

Aún así, España es el quinto inversor en defensa en números globales, pero a mucha distancia del cuarto, Italia. Esta posición hace que la participación de nuestro país sea "imprescindible" en los grandes programas europeos de fabricación de material de defensa, según Alonso-Majagranzas.

La industria de defensa española dedica a la exportación un40 por ciento del total de su producción, según los datos de AFARMADE correspondientes a 2000. Da empleo directo a unos 13.000 trabajadores, una cifra muy inferior a los 25.000 que empleaba en 1990, aunque cerca de 60.000 personas más trabajan en empleos indirectos relacionadas con la actividad de defensa.

El director de esta patronal mostró su satisfacción por el cambio producido en las compras realizadas por el Ministerio, que antes adquiría más bienes a empresas extranjeras que a españolas y en 200 ya realizó el 60% de sus compras a la industria nacional y el 40% restante a las del exterior.