El fabricante del aparato, del que ya se han producido cincuenta unidades, Francisco Casado, aseguró a Servimedia que "el sistema ha sido contrastado en hospitales, donde ha sido certificado clínicamente su índice de fiabilidad: un 87% de aciertos de las señales luminosas y un 98% si se confronta con la tabla de síntomas".

El dispositivo, que permite intepretar el llanto del bebé se compone de un receptor y un emisor que permiten conocer el estado del niño (temperatura, humedadrelativa, ruido ambiente, corrientes de aire y luz). Además, incluye un analizador de los latidos del corazón del bebé -con sistema de alarma-, un interfono para oír al niño y un temporizador de lactancia.

Mide 9 centímetros por 14 centímetros y tiene 3,5 centímetros de grosor. Además, el aparato lleva incorporada una pequeña tabla que define detalladamente los cinco síntomas y aconseja las medidas a tomar.

El inventor, Pedro Monagas, decidió diseñar este sistema de interpretación del llanto cuano fue padre. El aparato no sustituye el diagnóstico del médico, pero su artífice mantiene que permite determinar con fiabilidad si el llanto lo motiva una dolencia u otra circunstancia, tales como el sueño o el hambre.