Blanco explicó que la direccióndel Grupo Parlamentario se reunió el pasado miércoles con los ponentes de esa ley, y "quedó patente que en materia de derechos no se había avanzado suficientemente". No obstante, manifestó su confianza en que en el siguiente trámite parlamentario se llegue a encontrar una fórmula que les permita poder estar de acuerdo con el texto final de la ley.

En la misma rueda de prensa, Diego López Garrido, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión Constitucional, criticó que la redacción actual del proyecto e ley "niega derechos fundamentales a los inmigrantes irregulares, en cuanto que establece un procedimiento de expulsión preferente, que es draconiano, intolerable, que niega las garantías fundamentales, y, en ese aspecto, es un proyecto inasumible que vulnera la Constitución, los tratados internacionales y el Convenio Europeo de los Derechos Humanos".

No obstante, también valoró la regularización de los emigrantes que no la obtuvieron después de la ley 4/2000, y los avances conseguidos en el proyecto"gracias a la actual posición constructiva del Grupo Socialista", dijo citando la resolución de su partido, Nueva Izquierda, sobre ese proyecto de ley, dictaminado ya en la citada comisión.