Rumi expresó a Servimedia su convencimiento de que esta incógnita no se resolverá hasta que concluya el trámite parlamentario de la ley, dentro de dos meses, si bien manifestó su esperanza en que el Gobieno termine aceptando algunas de las enmiendas propuestas por los socialistas.

Según explicó, los contactos celebrados hasta ahora han sido meramente "exploratorios" para conocer la postura de cada uno, y aún queda por delante todo el camino para afrontar el reto principal: "hacer de un mal proyecto una buena ley".

En este sentido, reiteró que los socialistas mantienen firme su intención de no rebajar los derechos fundamentales de los inmigrantes y de fomentar su integración social y laboral.

Por este motivo, consideró necesario que la ponencia parlamentaria que estudie el texto trabaje de forma "paralela" a la subcomisión creada en el Congreso para sacar adelante una política global de inmigración.

Con estas premisas ya conocidas y con la postura del PSOE "explicada en numerosas ocasiones", Rumi advirtió al Gobierno de que ahora tiene el deber de demostrar "con hechos" su voluntad real de consenso.