Labordeta declaró a Servimedia que, tras la decisión de la dirección nacional del PSOE de ratificar su oposición a recurrir esa norma ante el Tribunal Constitucional, es previsible que el presidente aragonés "se eche atrás" y no asuma la exigencia del Parlamento regional.

EL diputado aragonesista subrayó que se trata de "un mandato constitucional, porque se lo ordenan las Cortes de Aragón", aunque se oponga a ello la dirección del partido, pero admitió que probablemente, si se vuelve a someter a votación en la Cámara autonómica, el Grupo Socialista "se echará atrás y se abstendrá o votará en contra".