EXTRANJERIA. EL GOBIERNO OFRECE AL PSOE SUMARSE A LAS REFORMAS QUE PRETENDE JUNTO A CIU
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El Gobierno ofreció hoy a todos los rupos parlamentarios, "en particular el PSOE", consensuar las reformas de última hora que pretende introducir con CiU en la Ley Orgánica de Extranjería.
El texto será aprobado el próximo jueves por el Pleno del Congreso y durante los 20 días de trámite de urgencia en el Senado se presentará una treintena de enmiendas con las que el Ejecutivo pretende evitar un coladero de inmigración masiva.
Antes que una "mala ley", ha advertido el ministro portavoz, Josep Piqué, el Gobierno preferiría posponer a reforma para la legislatura próxima, pero intenta obviar ese planteamiento y concentrarse en sacar adelante el texto antes de Navidades. Después, ya no habrá sesiones plenarias y las Cortes serán disueltas.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Piqué ha pedido "rigor" a los grupos y ha reconocido que la ley tiene que salir adelante con el máximo apoyo político porque afecta a derechos y libertades constitucionales. Además, al ser orgánica, tiene que ser aprobada por una mayoría aboluta que el PP tiene en el Senado pero no en el Congreso.
Piqué ha asegurado que la Ley de Extranjería aprobada por los socialistas en 1985, hoy vigente, es "muchísimo más restrictiva" que las modificaciones que está planteando ahora el Gobierno. Unas modificaciones que pasan, básicamente, por evitar que sólo con certificar dos años en España un extranjero pase a ser residente legal. Además, el Ministerio del Interior quiere agilizar los recursos e impedir que un expulsado demore administrativa y judcialmente su marcha.
El ministro Piqué no ha querido, sin embargo, revelar el contenido concreto de esas enmiendas, que son propuestas por el Gobierno de forma "absolutamente homogénea y unánime".
Una referencia, ésta, para negar discrepancias en el seno del Ejecutivo entre los partidarios de frenar el actual texto, Jaime Mayor Oreja, Rodrigo Rato y Abel Matutes, y quienes se han decantado por aprobar la proposición de ley de Extranjería tal y como la propusieron inicialmente el Grupo Popular y e resto de formaciones, Francisco Alvarez Cascos y el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel.
Esta reforma de última hora que los colectivos inmigrantes rechazan tajánntemente intenta evitar "sentimientos de inquietud" en la poblacion respecto a una llegada masiva de inmigrantes. Ello nos podría llevar a reproducir en España fenómenos racistas como los que se están viviendo en Suiza o Austria, con el ascenso electoral del ultraderechista Haider.
(SERVIMEDIA)
19 Nov 1999
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