En un fin de semana en el que las condiciones climáticas ofrecían una situación de riesgo extremo de incendios, el mayor de ellos, que ha quemado unas 300 hectáreas de pino, roble, encina y matorrales de las comarcas del Vallès y el Bages, quedó controlado a primera hora de la mañana de hoy, aunque esta tarde aún no podía considerarse extinguido.

Dicho incendio se originó ayer, a las 17 horas, en Vacarises (Vallès Occidental), a causa del fuego mal apagado que encendieron unos campistas para preparar la comida. El fuego invadió enseguida los términos municipales de Castellbell i el Vilar (Bages) y Rellinars (Vallès), población en la que arrasó una masía, provocando la muerte de varias cabezas de ganado.

Este incendio estuvo a punto de alcanzar los lindes de la autopista A-18, que une Barcelona con Manresa, pero fue controlado a pocos kilómetros. Varias dotaciones del cuerpo de bomberos de la Generaliat siguen trabajando en su extinción definitiva.

Por otro lado, sólo uno de los cinco incendios originados ayer en la provincia de Lleida seguía hoy creando problemas a los bomberos. Se trata del que ya ha quemado cinco hectáreas de pino rojo y matorral en la población de Escart, en el término municipal de La Guingueta d'Aneu (Pallarès Sobirà). El citado incendio parecía controlado, pero la dificultad de acceso a la zona impedía a primera hora de esta tarde su total extinción y las llamas continuaban rdiendo.

Los otros cuatro focos de fuego en Lleida están ya extinguidos o controlados. De los tres de la Val d'Aran, el de Bossost, que ha quemado media hectárea, está ya totalmente extinguido, mientras que los dos de Canejan, en los que han ardido ya cinco hectáreas, siguen activos, pero bajo control. El incendio originado esta madrugada en Coll de Nargó (Alt Urgell), que ha quemado dos hectáreas, está definitivamente extinguido.