BOLIVIA

EXTERIORES DEFIENDE UNA ESTRATEGIA COLABORADORA PARA SALVAGUARDAR LOS INTERESES ESPAÑOLES Y ACUSA DE "CINISMO" AL PP

- Los populares insisten en endurecer las exigencias al Gobierno Morales y en llamar al embajador a consultas

MADRID
SERVIMEDIA

El secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, defendió hoy una estrategia colaboradora con el Gobierno boliviano de Evo Morales para salvaguardar los intereses de las empresas españolas, frente a la posición del portavoz de Exteriores del Grupo Parlamentario Popular, Gustavo de Arístegui, que solicitó endurecer las exigencias a Bolivia y llamar a consultas al embajador español.

León y De Arístegui participaron hoy en Madrid en un debate del Fórum Europa sobre política exterior, en el que contrastaron sus opiniones sobre la actuación del Gobierno en relación a Bolivia y a la decisión de Morales de nacionalizar la industria de hidrocarburos.

El responsable del Gobierno espetó a De Arístegui que durante el gobierno de José María Aznar se sucedieron cinco presidencias en Bolivia, por lo que consideró que es un ejercicio de "cinismo" del PP que ahora acuse de imprevisión al Ejecutivo Zapatero.

A su juicio, sus ocho años de Gobierno "fue tiempo suficiente para que el PP pudiera calibrar si se trataba de un país estable o inestable, si se enfrentaba a grandes o pequeños desafíos".

"Lo que me resulta de un cierto cinismo es que hoy, cuando el nuevo Gobierno lleva 2 años y ha heredado esa situación, ahora se pretenda responsabilizar a la política latinomericana del Gobierno de la situación en Bolivia", indicó.

León explicó que fue el anterior presidente boliviano, Carlos Mesa, quien sacó adelante la Ley de Hidrocarburos, que ha permitido la nacionalización, y que esta política ha sido respaldada por el 92 por ciento de los bolivianos en referéndum.

En consecuencia, argumentó, no se puede "responsabilizar a Evo Morales de toda la inestabilidad de un país que lleva años en esa situación endémica".

Lo que trata el Gobierno que dirige José Luis Rodríguez Zapatero es adptarse y "vivir en esa nueva realidad y no contra esa nueva realidad, porque darle la espalda u oponerse a ella no va a servir para nada", agregó.

El responsable de Exteriores dijo que ha habido distintas posiciones en relación con Bolivia, "y a todos nos ha ido igual, a los de la política dura y a los de la política blanda". Por tanto, hacer análisis como los del PP "es puramente demagógico, es un acto de cinismo".

"GOLES AL GOBIERNO"

Añadió que durante los próximos 180 días el Gobierno va a tratar de "construir algo", lo que no quiere decir que "si no van bien las cosas no se puedan tomar otras medidas". En todo caso, el Ejecutivo cree que este es el momento de "ayudar", no de "meterle goles al Gobierno".

Por su parte, el representante popular aseguró que "nadie pone en duda el derecho del Gobierno de Bolivia" sobre los hidrocarburos o cualquier otro recurso natural del país. Lo que critica el PP, dijo, es "cuando no hay un Estado de derecho que garantice la seguridad jurídica y se producen medidas arbitrarias y en algunos casos retroactivas".

Igualmente, criticó la "falta de respuesta" del Gobierno ante la "falta de seriedad" demostrada por el Ejecutivo de Morales y pidió nuevamente que se llame a consultas al embajador español en Bolivia, como vía para expresar el descontento español ante medidas "arbitrarias".

"Le pedimos que muestren ustedes una firmeza ante la opinión pública, para que se vea que aquí no se puede tomar cualquier medida", insistió.

León reconoció al portavoz popular que es necesario que Bolivia articule un sistema de seguridad jurídica y explicó que así se lo ha pedido el Gobierno español por escrito. Además, dijo, la llamada a consultas del encargado de negocios de la embajada española es "suficiente" ahora que comienza el proceso negociador y rechazó llamar al embajador, porque "esa no es la medida que más ayuda a que este proceso vaya bien".

Insistió en la necesidad de "inyectar serenidad" al proceso negociador y aseguró que el objetivo del Gobierno es mantener "el sosiego y la firmeza" a lo largo de los próximos 180 días.

FRENTE ANTISISTEMA

Además, el portavoz popular denunció que se está formando una "alianza antisistema" en Latinoamérica, que tiene diferentes elementos ideológicos de la izquierda más radical y de la extrema derecha y que está tratando de "oponer un frente común al avance razonable de la democracia, de los principios y de los derechos humanos".

Según dijo, ante esta circunstancia "no debe ignorarse que esa alianza antisistema está forjándose, quizá no de una manera consciente", pero que "no debe ser ignorado".

En cambio, León argumentó que Latinoamérica está dividida por muchas fracturas y la tarea de España debe ser la de "coser, tejer en esas líneas de fractura" y "ayudar a que se supere esa polarización y a cohesionar sociedades".

De Arístegui reconoció la existencia de esas líneas de fractura y afirmó que "no hay motor más eficaz de la prosperidad y del crecimiento económico que la estabilidad institucional, la democracia y el respeto escrupuloso a los derechos y libertades fundamentales. Cuando hay regímenes que no lo cumplen, hay que ser especialmente firmes y críticos para que se puedan defender los derechos humanos y la prosperidad".

(SERVIMEDIA)
23 Mayo 2006
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