Estos marroquíes, que residían en la ciudad norteafricana de Tetuán, habían entrado legalmente en Ceuta por el puesto fronterizo de El Tarajal, ya que los ciudadanos del reino alauita residentes en dicha provincia pueden permanecer en Ceuta durante 24 horas sin necesidad de visado.

Los inmigrantes, que eran vigilados or la policía ceutí hasta el día de su detención, fueron sorprendidos al intentar esconderse en la bodega del "Hermanos Gallardo" y detenidos junto al patrón del pesquero cuando éste intentó salir de la bocana del puerto.

El responsable del barco fue puesto en libertad sin fianza, pese a que el Código Penal establece penas de prisión a quien colabore en operaciones de inmigración ilegal de ciudadanos de terceros países en territorio nacional.

El precio que pagaron los inmigrantes ilegales por podr embarcar en el pesquero malagueño fue de 100.000 pesetas cada uno, según fuentes oficiales (el mismo trayecto en patera suele costar unas 70.000 pesetas).

Asimismo, siete ciudadanos marroquíes, que portaban pasaporte y visado falsos, fueron detenidos cuando intentaban embarcar en el trasbordador de la línea Ceuta-Algeciras.