"Cuando Alí esté colgado de un roble y Mehmet se tambalee en la cámara de gas, cundo se puedan alquitranar nuestras carreteras con su 'Hakan', entonces volverá a merecer la pena vivir en Alemania", rezaba el estribillo, rimado en lengua alemana, que fue divulgado por el suboficial expulsado ahora del Ejército de su país.

Este mensaje racista no llegó directamente a su destinatario, el alemán de origen turco Olaf-Engin G., sino que pasó primero por el móvil de otro superior, en ausencia del soldado. La divulgación de estas frases racistas indignó al soldado, que decidió quejarse a os tribunales militares el pasado mes de febrero.

El máximo responsable encargado de tramitar quejas de esta naturaleza en el seno del Ejército alemán, Wilfried Penner, ha indicado al rotativo que, en lo que va de año, se han recibido ya 89 demandas por comentarios o tratos racistas, la mayoría de ellas acusando a mandos de las fuerzas de tierra.