Las explosiones han provocado numerosos daños materiales, aunque en ninguno de los casos hubo que lamentar daños personales, ya que las oficinas no estaban abiertas y en Alcobendas la policía desalojó el edificio de Hacienda y tres más situados en los aledaños, según informaron a Servimedia fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Un comunicante anónimo avisó de la existencia de los tres artefactos a través de los medios de comunicación y reivindicó los atentados en nombre de los GRAPO, indicaron las mismas fuentes.

La primera bomba, colocada en los lavabos de la delegación de Hacienda de Arturo Soria número 99, hizo explosión a las 3,50 horas de la madrugada. Un cuarto de hora más tarde hacía explosión el segundo artefacto en la oficina de Hacienda situada en la plaza de Doctor Laguna número 13.

El último artefacto, colcado también en los lavabos de la delegación de Alcobendas, fue localizado por la policía, que acordonó la zona y desalojó la sucursal y tres edificios de los alrededores, dos de viviendas y uno de oficinas, antes de proceder a la explosión controlada de la bomba, que se llevó a cabo sobre las 10,15 de la mañana.

Los daños materiales más cuantiosos se produjeron en la delegación de Arturo Soria, porque, según dijo la policía, el artefacto era el más potente. De momento se desconoce la verdadera autorí de los atentados, así como la composición de los artefactos, precisaron las mismas fuentes.