Sobre las 13.15 horas de hoy, un mensajero, que no se identificó, entregó en la conserjería del consulado un paquete similar a una caja de puros, con la particularidad de que en uno de sus extremos se veía un cable.

El paquete levantó las sospechas del conserje, quien avisó a los servicios de seguriad. Ante el temor de que se tratara de un paquete-bomba, fue desalojada la planta del edificio donde está ubicado el consulado, en la calle Diputación, entre el Paseo de Gràcia y la Rambla de Catalunya.

Los servicios de seguridad llamaron a la policía y dejaron la caja sobre un sofá de la recepción del consulado. Poco después una llamarada salió del paquete y apenas chamuscó el sofá, sin causar ningún daño personal. Junto al paquete había una nota en la que se avisaba que explotaría al cabo de 15 minuos.

Especialistas del grupo de desactivación de explosivos de la policía se llevaron los restos del artefacto para analizarlos. Por el momento se desconoce la composición del paquete incendiario y si la llamarada corresponde a un mal funcionamiento de una bomba más potente o si tan sólo era un artefacto inofensivo para sembrar el pánico en el consulado. Ningún grupo ha reivindicado su envío.