El suceso ocurrió poco después de la una y media de la tarde, en un descampado de las afueras de la ciudad, cercano al polígono de Cas Serres.

La explosión se produjo en el interior de un turismo Alfa Romeo de color rojo, con matrícula PM-9425-AJ, propiedad de la víctima, que estaba casado y era padre de tres hijs.

El fallecido era el jefe del Grupo de Especialistas en Desactivación de Explosivos (GEDEX) de la Guardia Civil en Ibiza y, según algunas fuentes, tenía problemas personales que podrían haberle llevado al suicidio.

De acuerdo con la información facilitada por la Delegación del Gobierno en Baleares, las primeras investigaciones indican que el guardia civil estaba sentado en el asiento del conductor del coche y que el artefacto estalló a la altura de su estómago, causándole la muerte prácticament en el acto.

Antoni Calvet, presidente del Consejo Insular, acudió al lugar de los hechos y reveló que se trata de un suicidio porque la víctima había dejado una carta con su última voluntad.