Las cuatro personas desaparecidas tienen entre 22 y 24 años y son vecinas de Vidreres: Joan García, los hermanos Jordi y Bienvenido Joals y Jordi Fusté. Los efectos de la explosión fueron tan demoledores que, según explicó el director general de extinción y prevención de incendios de la Generalitat, Josep Ramon Dueso, "será imposible la identificación concreta de los cadáveres porque se han disprsado los trozos por los alrededores".

Dueso indicó que "de forma inmediata tampoco puede saberse cuántas personas hay allí dentro. Se puede suponer en función de la gente que falta". En el momento de producirse el siniestro había en el interior de la empresa nueve personas.

Como consecuencia del accidente también resultaron heridas otras cinco personas, aunque ninguna de ellas reviste gravedad. Cuatro de los heridos, todos ingresados en el hospital de Santa Caterina de Gerona, podrían ser dados e alta hoy mismo, mientras que otra de las afectadas, Esther Deulofeu, que trabajaba de oficinista en la empresa, tiene heridas de pronóstico reservado y contusiones y quemaduras diversas, según fuentes del hospital Josep Trueta de Gerona, adonde fue trasladada.

A pesar de que todavía hay material pirotécnico que provoca pequeñas explosiones, efectivos de los grupos de socorro entraron poco después de las 6 de la tarde a algunas zonas de las cuatro naves siniestradas. Fuentes de los Bomberos explicaro que para acceder al núcleo de la explosión todavía podrían tardar dos horas más.

La onda expansiva incendió completamente tres vehículos aparcados en el exterior de la industria. El Ayuntamiento de Vidreres estudia celebrar un pleno extraordinario para tratar la cuestión. Fuentes municipales aseguraron que la empresa, la más importante de Gerona de material pirotécnico, cumplía todos los requisitos legales y tenía en regla todos los permisos.