EXPETOS PIDEN CONTROLAR LOS NIVELES DE DIOXINAS EN LA LECHE DE VACA

MADRID
SERVIMEDIA

Kees Olie, profesor del Departamento de Química Medioambiental y Toxicología de la Universidad de Amsterdam (Holanda), que descubrió en 1976 la presencia de dioxinas cloradas en los residuos de incineradoras municipales, declaró hoy en Madrid que deben extremarse los controles sobre los alimentos y la leche de vaca para detectar la presencia de esta sustancia tóxica.

La opinión del profesor Olie fue compatida por otros expertos que participaron en la Conferencia Internacional sobre Dioxinas y Residuos que hoy se inauguró en Madrid, organizada por el Club Español de los Residuos (CER).

Carlos Martínez, director ejecutivo del CER, declaró en rueda de prensa que algunos estudios científicos concluyen que entre el 95 y 97 por ciento de la contaminación por dioxinas en el ser humano se produce por la ingesta de alimentos.

Por este motivo, Martínez también pidió que los controles sobre emisiones y presncia de dioxinas que se aplican a la incineración de residuos se extiendan a todos los sistemas productivos y actividades industriales que generan esta sustancia, catalogada como agente cancerígeno que puede provocar daños en el sistema reproductor, alteraciones hepáticas y neurológicas e infertilidad, entre otras secuelas.

La doctora Heidelore Fiedler, de la Oficina de Asuntos Científicos del Programa de Naciones para el Medio Ambiente (PNUMA), explicó que entre los procesos industriales que generan ayor cantidad de dioxinas se encuentran la manufactura del hierro y la producción de aluminio, cobre y zinc.

El profesor Olie señaló que los estudios científicos todavían no han determinado a partir de que nivel de exposición a las dioxinas existen riesgos graves para la salud, pero afirmó que los efectos de esta sustancia están constatados.

En este sentido, citó algunos estudios realizados en Holanda en bebés de madres sanas, no consideradas como población de riesgo, que constataron que algunos e los niños sufrían problemas a los seis días de su nacimiento, determinando estos informes la presencia de dioxinas en los niños.

Según este experto, esta contaminación puede estar motivada por el consumo de alimentos contaminados por parte de las madres, ya que recordó que al igual que ocurrió en la crisis de los pollos belgas en 1999, cuyo origen estaba en los piensos contaminados con dioxinas con los que se alimentaron las aves, se han documentado otros casos similares en diversos países. Puso com ejemplo Alemania, donde se detectó concentraciones de dioxinas en leche de vaca.

Respecto a la posibilidad de que la incineracióne de vacas que padezcan Encefalopatía Espongiforme pueda generar dioxinas u otras sustancias tóxicas, Kees Olie opinó que la combustión de estos desechos en cementeras que utilicen la tecnología adecuada no debe ocasionar problemas de salud.

El profesor Olie señaló que "el mayor problema que existe es lograr que, al tratarse de un animal grande, todo el residuo alcancelas temperaturas necesarias durante al menos 8 segundos".

Asimismo, dijo que si bien la incineración de vacas puede generar dioxinas, el problema principal no radica en las emisiones, ya que aseguró que en instalaciones adecuadas estas son poco significativas, sino en el tratamiento y destino de los filtros y residuos en los que quedan alojadas estas sustancias tóxicas.

(SERVIMEDIA)
01 Feb 2001
GJA