EXPERTOS EN TIRO DICEN QUE LA BALA QUE MATO A MIKEL CASTILLO LE ALCANZO POR CASUALIDAD
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Dos instructores de tiro de la Policía Municipal de Tarragona aseguraron hoy, en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Pamplona contra el policía Rafael Navarro por la muerte del presunto etarra Mikel Castillo, que existía "una posibilidad entre mil o dos mil de que el disparo realizado por el procesado diera en el blanco".
En la segunda jornada del juicio,que se celebra en la sección segunda de la Audiencia, prestaron declaración tres testigos de los hechos, dos periodistas -de "Diario de Navarra" y "Egin"- y varios peritos, entre ellos los forenses que realizaron la autopsia al cadáver de Mikel Castillo.
Los testigos, dos mujeres y un hombre vecinos de la calle del Carmen, donde ocurrieron los hechos el 18 de septiembre de 1990, señalaron que no vieron que Castillo portará ningún arma.
Por su parte, un redactor de "Diario de Navarra", autor de un entrevista a una mujer que presenció el suceso desde su casa, señaló que la vecina le repitió varias veces que Castillo llevaba una pistola en la mano, lo que no fue ratificado por la testigo ante el tribunal, precisando: "Dije que creía que el chico tenía algo entre las manos".
El mismo día de los hechos también habló con ella una periodista del diario "Egin", que hoy declaró que la testigo le comentó que Mikel Castillo pudo haber sido rematado en el suelo, si bien este extremo no se publicó, puestoque la mujer insistió en que deseaba permanecer en el anonimato.
Tras las declaraciones de los testigos y de los periodistas, testificaron varios peritos. Dos de ellos, instructores de tiro de la Policía Municipal de Tarragona, señalaron que el disparo pudo haber sido realizado desde una distancia de unos 20 metros, según se desprende del estado en que quedó la madera de la ventana en la que se incrustó otra de las balas.
Según su testimonio, es necesario permanecer al menos trece segundos paradopara poder apuntar a una diana, por lo que desde una distancia de 20 metros y disparando mientras se corre "fue una casualidad que la bala impactase en el cuerpo del fallecido".
A continuación declararon dos peritos de balística de la Guardia Civil de Madrid, quienes señalaron que no se puede descartar que la bala que mató a Castillo le alcanzara "de rebote".
Finalmente, los dos forenses que practicaron la autopsia al cadáver señalaron que no encontraron muestras de plomo, antimonio ni bario en ls manos de Mikel Castillo que indicasen que portaba un arma.
En la sesión de mañana, el fiscal, la defensa y la acusación particular leerán sus informes y elevarán a definitivas sus conclusiones. El fiscal y la defensan solicitan la absolución del procesado, mientras que la acusación particular pide 30 años de reclusión mayor.
(SERVIMEDIA)
19 Feb 1992
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