Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad hay unos 210 millones de enfermos de EPOC en el mundo. Además, se prevé que para 2030 esta patología sea la cuarta causa de mortalidad a nivel mundial.

Por otra parte, el estudio EPISCAN, presentado por neumólogos españoles en el Congreso Anual de la ERS (European Respiratoria Society), revela que el 10,2% de la población española entre 40 y 80 años sufre EPOC.

De estos afectados, el 80% están sin diagnosticar, y de los diagnosticados, el 60% no están bien tratados, según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

Estos datos indican, según el Colegio de Fisioterapeutas, la necesidad de crear respuestas terapéuticas especializadas para ayudar a combatir los efectos de esta patología, como es el caso de la fisioterapia respiratoria.

"Acudir a un fisioterapeuta cualificado puede ayudar a mejorar en gran medida el estado físico de los enfermos", afirma el colegio en un comunicado. Estos profesionales sanitarios reeducan el patrón respiratorio del paciente y ejercitan sus músculos respiratorios. Asimismo, le enseñan a efectuar maniobras para mantener las vías respiratorias libres de secreciones y realizan con él ejercicios de movilización de la caja torácica.

Este tratamiento previene, mejora y estabiliza -si es el caso- las alteraciones del sistema respiratorio. Entre otras aplicaciones, la fisioterapia respiratoria "aumenta la autoconfianza, evita las infecciones de los bronquios y pulmones, mejora la fuerza de los músculos respiratorios, disminuye el número de ingresos hospitalarios y optimiza la función respiratoria".

HUMO DE TABACO

Según la nota, los programas de rehabilitación respiratoria abordan al paciente con EPOC de forma global, consiguiendo una notable mejora en su calidad de vida. Sin embargo, y a pesar de ser un tratamiento de bajo coste, en España únicamente se benefician de este tratamiento el 5% de los afectados, según datos de la SEPAR.

Existen, como causas secundarias, factores que predisponen la aparición de la EPOC, como la contaminación ambiental, las infecciones respiratorias de repetición y condicionantes genéticos. Sin embargo, el principal factor de riesgo de esta enfermedad, según los expertos, es la inhalación del humo de tabaco.

A nivel preventivo, la fisioterapia es una herramienta que ayuda a quien se propone dejar de fumar. Los fisioterapeutas madrileños aseguran que "en los casos incipientes de EPOC, que el paciente deje de fumar es fundamental para que la patología no progrese ni se desarrolle en su totalidad".

En general, los fumadores presentan un elevado nivel de ansiedad, que se acentúa cuando entran en un programa de deshabituación del tabaquismo.

Según Rosa Cabarcos, experta en fisioterapia respiratoria, "una de las primeras actuaciones de la fisioterapia es ayudar a disminuir los efectos de la ansiedad mediante técnicas de relajación y de control de la respiración".

El Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid recomienda a quienes sufren de EPOC aprender técnicas de respiración profunda y expectoración, hacer actividad física regular (andar), adoptar posturas corporales correctas para favorecer al máximo la expansión pulmonar (mantenerse erguido y respirar profundamente mientras se anda) y beber líquidos en abundancia.