Con motivo del Día Internacional del Migrante, que se celebra hoy, subrayaron que estas personas “resultan muchas veces invisibles” y “están infrarrepresentadas en todas las estadísticas”.

Criticaron, además, la “discriminación interseccional” que les afecta y lamentaron que los servicios sociales dirigidos a migrantes y a personas con discapacidad suelen funcionar por separado y sin coordinación, lo que deja a este colectivo en un limbo de desatención.

“Tomar conciencia una única vez al año no sirve de nada, pero días como el 18 de diciembre permiten para llamar la atención sobre la dura realidad” de estas personas, “tantas veces olvidadas”, afirmaron los expertos en una declaración conjunta.

A su juicio, la poca atención que se presta a las circunstancias de este colectivo impide hacer frente a sus especiales dificultades, el reconocimiento de todos los certificados de discapacidad en los distintos países.

Señalaron que hay personas con discapacidad que deciden migrar y dejar sus países de origen para “buscar una vida mejor”. Otras adquieren discapacidad “a lo largo del viaje”, prosiguieron, debido “a las duras condiciones y a los obstáculos que han de salvar para llegar a sus destinos”.

Por último, subrayaron que muchos migrantes asumen trabajos duros y peligrosos (agricultura, minería, industria…), lo que de nuevo puede generar discapacidad sobrevenida.

Por ello, instaron a los estados de acogida a dar visibilidad a estas personas mediante la recopilación y elaboración de estadísticas específicas, que “sirva de base para el diseño de políticas públicas y de programas sociales adecuados”.

Finalmente, ambos comités recomendaron a las administraciones públicas y a las ONG dedicadas a la atención de migrantes y de personas con discapacidad “unir fuerzas” y “trabajar de forma coordinada”. “La especial vulnerabilidad de estas personas implica la necesidad de actuar en todos los frentes de forma coordinada, desde el entorno familiar a la administración”.