EXPERTOS EN CONTROL DE PLAGAS ADVIERTEN DE LA NECESIDAD DE INTENSIFICAR LAS MEDIDAS DE PREVENCIÓN CONTRA LA LEGIONELLA
- Las torres de refrigeración, si no se vigilan, pueden ser fuentes de infección
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La Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla) ha reclamado que se incrementen las medidas de prevención y control de legionella durante el periodo estival, cuando las condiciones ambientales favorecen el mayor desarrollo y proliferación de esta bacteria.
La asociación recuerda que la legionella pneumophila, existente en ambientes acuáticos naturales a bajos niveles (ríos, lagos, aguas termales, etc.), puede estar presente también en instalaciones de edificios que utilizan agua en su funcionamiento, como redes de distribución de agua potable o sistemas hídricos construidos.
Las torres de refrigeración y los sistemas de distribución de agua sanitaria, donde esta bacteria encuentra las condiciones de temperatura idóneas para su multiplicación, son los espacios que con mayor frecuencia se convierten en fuentes de infección.
Otras instalaciones, como piscinas, balnearios o baños termales, además de hoteles, hospitales, clínicas o residencias de la tercera edad, pueden verse igualmente afectadas por esta bacteria, subraya Anecpla.
Esta asociación recuerda también que la infección por legionella (legionelosis) es una enfermedad bacteriana de origen ambiental que puede derivar por un lado en una infección pulmonar ("enfermedad del legionario"), que se caracteriza por neumonía con fiebre alta, y por otro, presentarse en forma no neumónica conocida como "fiebre de Pontiac", que se manifiesta como un síndrome febril agudo.
"Actualmente, no hay evidencia de que se trate de una enfermedad contagiosa, sino que se transmite por aerosoles que son inhalados por las personas por medio de torres de refrigeración, aparatos de aire acondicionado, sistemas de agua sanitaria y de consumo, humidificadores y humectadores, equipos de terapia respiratoria, bañeras de hidromasaje, instalaciones termales, fuentes ornamentales, etc.", indican los expertos.
Un brote de legionella puede llegar a tener consecuencias muy graves, como el fallecimiento de las personas afectadas, si no se toman las medidas de prevención y control adecuadas.
Estas medidas pasan por evitar aquellas condiciones que favorecen la colonización, multiplicación y dispersión de legionella, como las temperaturas adecuadas para su crecimiento, el estancamiento del agua y la acumulación de sustratos o de productos que sirven de alimento para la bacteria.
Además de la limpieza, la desinfección de las fuentes ambientales contaminantes sigue siendo la medida de control más efectiva.
(SERVIMEDIA)
16 Ago 2008
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