Los expetos del BBV apuntan, en relación al propósito del Ejecutivo de dejar el déficit del Estado en 1,4 billones de pesetas, que "varios factores ponen duda la consecución del objetivo".

Señalan concretamente que la previsión de crecimiento económico incluida en el proyecto de Presupuestos del Estado (3,8%) es "demasiado optimista", que el coste de la reforma del IRPF podría superar los 550.000 millones de pesetas estimados por las instituciones oficiales y que "el pago de la indemnización por la colza "en orno a 800.000 millones de pesetas) podría disparar los gastos".

Respecto a la inflación, el Servicio de Estudios del BBV, pese a juzgar esta cuestión tomando como referencia la inflación interanual hasta el pasado mes de febrero, cuando todavía estaba en el 1,8%, ya vaticinaba que a fin de año se elevaría hasta el 2,3%, medio punto más de lo que espera el Gobierno.

A su juicio, la inflación no podrá situarse en el objetivo oficial, entre otras razones, porque la sequía encarecerá los precios de os alimentos y por la notable elevación del precio del aceite, que pasó de 300 a más de 400 pesetas en origen durante el mes de febrero, lo que repercutirá en el consumidor a lo largo del año.

A ello se une el escaso margen de mejora en los precios de los productos energéticos, dada la reciente subida del crudo, y sobre todo que el sector servicios mantiene inalterada una tasa de inflación de entre el 3,5 y el 4% desde 1996. Esta valoración fue realizada antes de que el Gobierno aprobara su plan de meidas de choque contra la inflación, que incluye algunas medidas dirigidas específicamente a abaratar el sector servicios.