Según informó el Cuartel General de la Flota, el artefacto fue localizado por un aficionado a la pesca submarina que alertó a la Guardia Civil, quien a su vez avisó a la Armada. Tras recibir el aviso del hallazgo del artefacto, el Cuartel General de la Fuerza de Acción Marítima, a través del Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima (Covam), envió un equipo de especialistas en desactivado de explosivos, que tras una inmersión lo identificó como una bomba de aviación.

Mientras que el servicio marítimo de la Guardia Civil de Algeciras proporcionó seguridad en el perímetro, los buceadores comprobaron que la bomba no se encontraba en condiciones de transporte por su inestabilidad y procedieron a su neutralización ‘in situ’ mediante cargas especiales, una vez comprobado que la zona se encontraba libre y segura.

Posteriormente, el Equipo de Desactivado de Explosivos comprobó que no quedaban en la zona restos de explosivo y recogieron restos del artefacto con el fin de evitar cualquier tipo de impacto medioambiental.

CARGA INTACTA

La Armada recordó que la manipulación de este tipo de artefactos es muy peligrosa, ya que su carga explosiva suele mantenerse en perfectas condiciones a pesar del tiempo, por lo cual ante cualquier hallazgo se recomienda no tocar nada y avisar a las autoridades.

Con la realizada en la playa del Rinconcillo, el equipo de desactivado de la Unidad de Buceo de Cádiz ha completado 12 intervenciones desde el mes de enero, neutralizando más de 30 artefactos explosivos y bengalas.

Las Unidades de Buceo de la Armada cuentan con personal especialista en desactivación de artefactos explosivos (EOD) y buceadores con especialización en técnicas de inutilización de minas submarinas (EOD-Sub), siendo los únicos capacitados para realizar este tipo de tareas. Esta actividad, en el ámbito marítimo y litoral, es competencia exclusiva de la Armada.