LA EXPEDICION DE CIEGOS QUE ASCENDIO AL ACONCAGUA VOLVERA A LA LA MONTAÑA "MUY PRONTO"
- Zubiri dice que "la capacidad de superación está por encima de los límites que normalmente nos marcamos"
- Sainz de Murieta afirma que "hay bastantes ciegos que podrían haberlo logrado", mientras Fidalgo insiste en que "un ciego siente más en estas situaciones extremas que un vidente"
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Los componentes de la expediión "Aconcagua 94", formada por siete deportistas, tres de ellos ciegos, volverán "muy pronto" a la alta montaña, según declararon hoy en una rueda de prensa en la que explicaron cómo culminaron el pasado día 15 el pico argentino, de 6.959 metros de altitud.
La expedición estaba formada por el cantante y deportista ciego Serafín Zubiri, los atletas de élite ciegos Javier Sáinz de Murieta y Alfonso Fidalgo, y los guías Mari Abrego, Xabier Garaioa (médico), Oscar Lizoaín (hermano de Zubiri), Josema Casiiro y Carmelo Larumbe.
Mari Abrego, jefe de la expedición, declaró a Servimedia que el grupo ha demostrado que "la limitación en estos retos no es física porque la perfección física no existe, ni siquiera en las personas que ven. La limitación es mental".
Serafín Zubiri agradeció a los guías el "perfecto" apoyo técnico a la expedición y dijo que "hemos hecho una apuesta importante y hemos ganado el día a día de aprender de los demás y que la capacidad de superación de las personas está por encimade los límites que normalmente nos marcamos"
Abrego añadió que ser ciego no fue un impedimento para los tres atletas que no veían y destacó que "en estas aventuras de grandes dificultades no buscas ni las vistas ni las panorámicas, sino la superación, veas o no".
El jefe de la expedición se refirió a la responsabilidad de dirigir a atletas ciegos en una aventura de alto riesgo, ya que el propio Zubiri explicó que mientras subían, varios montañeros que ascendían al mismo tiempo que la "Aconcagua 9" tuvieron que ser evacuados.
"La responsabilidad de uno se diluye en todos los guías", explicó Abrego, "porque teníamos un equipo muy capaz y formábamos, tanto los ciegos como los que veíamos, un bloque de deportistas difícilmente superable en virtudes".
EL ACONCAGUA COBRO SU PRECIO
Pero la expedición no salió totalemente ilesa. Sainz de Murieta sufrió congelación en ocho dedos y todavía hoy tenía dormidos dos. "Llevo una semana sin poder leer en Braille", explicaba. "No te quejes tanto, que amí también se me congelaron varios dedos y no lo digo", bromeaba con Sáenz de Murieta el propio Abrego.
Alfonso Fidalgo recuerda la "emoción grandiosa" de culminar la cima. "Lloramos todos, no sólo por la emoción del momento sino porque te das cuenta de todo el esfuerzo que has realizado".
Fidalgo destacó que al llegar a la cumbre, un porteador de televión (TVE y la televisión pública alemana rodaron la culminación del pico) le dijo "por fin podremos enseñar lo que siente un ciego al culminar unaaventura así". Este operador, según explicó Fidalgo, es el único que ve en una familia de ciegos.
Los tres deportistas ciegos coincidieron en que el momento más dificil de la ascensión fue el último ataque desde Plaza de Mulas. "Nos comentaron la noche al ataque que muchos montañeros estaban siendo evacuados porque no podían resistir. Esto nos hizo dudar, pero salimos y llegamos arriba", comentó Fidalgo.
MENDOZA CON LA ONCE
Tras el acto, Mari Abrego entregó a Enrique Servando, director general e la ONCE (patrocinador de la expedición), una placa del ayuntamiento de Mendoza (Argentina) "por la dedicación a la expedición".
Servando manifestó el compromiso de la organización que dirige en contribuir "con su granito de arena en todas aquellas expediciones serias que expongan los deportistas ciegos como alcanzables y posibles. Esperamos iniciativas".
Tras el éxito de la expedición "Aconcagua 94", los miembros de la expedición volverán en los poximos meses a su vida normal. Serafín Zubiri a antar, Alfonso Fidalgo a entrenar y a su puesto de vendedor del cupón de la ONCE, y Javier Sáinz de Murieta al judo y a su trabajo de fisioterapeuta.
Ninguno quiere hablar de futuras expediciones, aunque aseguran que van a emprenderlas. "Queremos saborear y disfrutar de la nube en la que estamos ahora", explicó Zubiri.
(SERVIMEDIA)
29 Ene 1994
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