Esta no es la primera vez que el establecimiento despide a uno de sus Santa Claus, aunque en esta ocasión no han sido las quejas de los niños con respecto a sus habilidades, como ya ha sucedido en ocasiones anteriores, sino las de sus padres, las que han motivado el despido.

Al parecer, algunos progenitores, con los nervios algo alterados tras largas horas de cola para que sus hijos pudieran entregarle su lista de regalos al entrañable personaje, habrían hecho comentarios poco agradables.

En respuesta a dichos comentarios, Papa Noel les habría sugerido que tal vez estaban fuera de lugar en el exclusivo establecimiento londinense, y les habría recomendado acudir a otros establecimientos de "menos categoría" más adecuados para ellos, lo que ha motivado varias reclamaciones.

"Aunque estos comentarios se hayan hecho en broma, no podemos consentir un comportamiento que ofenda a nuestros clientes", ha indicado la directiva de Harrods en un comunicado.

Harrods cuenta todos los años con un equipo compuesto por seis Santa Klaus, que trabajan en turnos rotativos para poder escuchar las peticiones de los miles de niños que acuden a entregarles sus cartas navideñas. Habitualmente son siempre los mismos trabajadores, sin embargo, el despedido ayer era nuevo en la empresa.