Esta entrevista y otra con un ex colaborador de Alonso Sarmiento, el empresario socialista Enrique Ballester, que publica el diario "El Mundo", coiciden en la jornada en que está previsto que el PSOE entregue al juez instructor del `caso Filesa', Marino Barbero, la relación de personas que intervienen en la elaboración de los presupuestos del prtido.

Alonso Sarmiento, quien reconoce que "la voracidad de los partidos es total", relata cómo en 1985, con ocasión del referéndum OTAN, tuvo que recaudar legalmente dinero de empresarios, y que la cantidad rondaba los cien millones de pesetas.

Además, pone en duda la autenticidad del documento con la relación de supuestas empresas que pagaron al PSOE y añade "1986 fue un año loco para los tesoreros, porque a continuación del referéndum hubo elecciones generales. Ahí se mezcló un poco la financación, porque algunas visitas que habíamos hecho antes a empresas, y enganchan con la campaña electoral".

Respecto al conocimiento que tenían Felipe González y Alfonso Guerra de este asunto, Emilio Alonso asegura que "durante nueve años, para bien o para mal, la responsabilidad era absolutamente mía". "A veces preguntaba y la respuesta era: `El experto eres tú. Haz lo que te parezca. Nosotros apoyaremos la solución que tomes", añadió.

El ex responsable de Finanzas niega haber ocultado ingresos ylmenta que eso haya cambiado. "En mi época -y esto ha variado-", aclara, "al Comité Federal del PSOE se le presentaba el balance auténtico, el verídico. Incluso esto se ha perdido".

"ESE NO ES MI ESTILO"

Por otro lado, en una entrevista que publica hoy el diario "El Mundo", el antecesor de Emilio Alonso como responsable de Finanzas del PSOE, Enrique Ballester, critica el método de su ex jefe porque "quería dinero rápido. Ese no es mi estilo y por eso me forzaron a irme. Con su sistema ya se sabe lo qe ha ocurrido".

Ballester recuerda cómo Alfonso Guerra le encargó que "ordenara" las empresas del PSOE. "Fundé la empresa Management y nunca hubo nada ilegal (...) Conmigo no caben los negocios ficticios. Yo nunca he hablado de comisiones sino de facturaciones por unos servicios reales".

Según su versión, Emilio Alonso le engañó al decirle que la sociedad Management se disolvía y agrega "he pecado de buena persona y de buena fe. Ahora veo que tenía que haberme enfrentado a Emilio Alonso".

Balester confiesa haber sentido "verguenza" al ver como el juez Marino Barbero entraba en la sede federal del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid, "como si fuera un antro de narcotraficantes".

Además, el empresario socialista cree que en todas las denuncias de corrupción por financiación ilegal ha habido "demasiada hipocresía", porque en esos asuntos "es tan culpable el que recibe (partido), como el que da (empresa)".