Auberger, parapléjico a consecuencia de una lesión de guerra, narra en su libro su actividad como voluntario dedicado a la ayuda a otras personas con discapacidad, especialmente a través de la práctica en actividades deportivas.

También se refiere a su labor como responsable de la federación francesa del deporte adaptado, cargo que ejerció durante 27 años, y a través del que ha contribuido a que las personas con discapacidad puedan acceder a deportes que antes no podían prácticar o les estaban vetados, y a forjar atletas con discapacidad de élite, que han obtenido destacados resultados en los Juegos Paralímpicos.

Asimismo, Auberger ha mantenido negociaciones con presidentes como Valéry Giscard d'Estaing o Nicolas Sarkozy, y con responsables de instituciones deportivas, olímpicas y de grandes empresas con el fin de mejorar la accesibilidad del transporte, de los establecimientos públicos y deportivos, aseos, hoteles y otras infraestructuras en Francia.

El ex presidente de la federación francesa del deporte adaptado subraya que "la participación en actividades deportivas hace que las personas con discapacidad se sientan igual que el resto", y, por ello, reclama que el sistema educativo galo favorezca la participación de los alumnos con discapacidad en la educación física, ya que actualmente están exentos de esta asignatura.