Cabezas de Herrera, que abandonó en 1991 el PP por enfrentamientos con el actual presidente de los populares en Castilla-La Mancha, José Manuel Molina, sólo contó con los votos favorables del grupo socialista, mientras que el grupo popular no ejerció su derecho a voto, y el único diputado de U se abstuvo.

Tanto el PP como IU criticaron duramente este nombramiento y advirtieron que la Sindicatura de Cuentas, órgano fiscalizador de los fondos públicos, ha quedado totalmente "desprestigiada y en manos del presidente regional, José Bono".

El presidente del PP, José Manuel Molina, dijo que "los ciudadanos de Castilla-La Mancha pueden echarse las manos a la cartera porque el dinero público ya no está seguro", mientras que diputado de IU José Molina señaló que con este nombramiento "nos podmos esperar de aquí en adelante cualquier cosa de la fiscalización de los fondos públicos".

Por su parte, el portavoz del PSOE en las Cortes regionales, Anastasio López, justificó este nombramiento, alegando que a partir de ahora la oposición no podrá levantar de nuevo sospechas sobre la independencia del síndico.

El nuevo síndico de cuentas de Castilla-La Mancha indicó que trabajará con independencia y con el objetivo de devolver el prestigio a este órgano.

Cabezas de Herrera, de 35 años y atural de Talavera de la Reina, sustituye en el cargo a Antonio Rodríguez, quien el pasado 29 de octubre presentó su dimisión, 6 meses después de su nombramiento, alegando motivos personales. De Herrera dijo que "continuo manteniendo mi ideología de centro derecha, a pesar del nombramiento".