La titular del juzgado número tres de Las Palmas, de Gran Canaria, Pilar de Pablos, ordenó el ingreso en prisión de nueve de los detenidos y decretó la libertad de los otros dos, entre los qe se encontraba el futbolista, al considerar que no existían pruebas suficientes para incriminarlo.

La policía se había incautado de más de 30 millones de pesetas y 300 piezas de joyería que fueron valoradas en otros 10 millones, así como de un vehículo Mercedes, otro Renault y tres ciclomotores.

Marrero, que declaró ante la juez "algo ido", reconoció que había bebido aunque negó que formara parte de la banda de narcotraficantes. En el momento de la detención, el que fuese más importante promesa el fútbol canario, se encontraba descargando un barco en el puerto "para ganar algo de dinero con el que ir tirando".

Marrero, que ya había sido detenido con anterioridad, truncó su carrera deportiva a causa de la droga.