Jiménez Ramos está acusado de un delito de malversación de fondos públicos por desviar 20,5 millones de pesetas a su cuenta particular. Este caso, descubierto el 22 de julio de 1991, provocó su cese y encarcelamiento.

El Inem había otorgado na subvención de 18,5 millones de pesetas al Museo Canario para organizar un curso de formación. Puesto que, pasados dos meses, el proyecto no se había puesto en marcha, el dinero tendría que devolverse al Inem.

El director del museo, el entonces senador socialista Alfredo Herrera Piqué, le devolvió el dinero al director del Inem en un talón, que en vez de ingresarse en la cuenta de la entidad pasó a la cuenta particular de Jiménez Ramos abierta en el Banco Urquijo.

Esta operación se hizo, según l inculpado, "para facilitar el reintegro al Museo Canario de dicho dinero, una vez solucionados los problemas técnicos que le impedían poner en marcha el curso".

De esta cuenta se realizó un cheque con el que Jiménez Ramos pagó un descubierto que tenía en la Caja Insular de Ahorros y a la vez se pagaron las facturas de los coches con megafonía y camisetas utilizados por el PSOE en la última campaña electoral en el municipio de Arucas, cuyo responsable era el ex director del Inem.

Jiménez Ramos dclaró en el juicio que no puede saber "si el dinero que saqué de la cuenta procedía de la subvención, ya que allí había más dinero" y añadió que nunca pensó en estafar la cantidad procedente del Museo Canario, sino que la guardó para devolverla.