La noche del pasado sábado, el casco viejo de la capital navarra fue escenario de fuertes enfrentamientos entre grupos de jóvenes y agentes de la Policía Nacional mientras la ciudad celebraba las fiestas de San Fermín Txikito.

En esas mismas horas quedó ingresado en el Hospital Virgen del Camino un pamplonés de 18 años que resultó herido en un ojo en la calle Jarauta cuando manejaba un cohete, sin que se conozca por el moento si el joven participaba o no en los incidentes.

Dos de los siete detenidos en estos altercados han prestado ya declaración ante el juez y han quedado en libertad. El resto -cuyas edades oscilan entre los 15 y los 20 años- pasarán mañana a disposición judicial.

Las acciones violentas se iniciaron cuando varias personas encapuchadas arrojaron cócteles contra dos agentes que se encontraban en el casco viejo. Los incidentes se extendieron a varias calles, especialmente la Jarauta, hasta las 6 dela madrugada.

Según fuentes de la jefatura superior, los efectivos policiales se incautaron ayer de 24 'cócteles molotov', 23 rodamientos metálicos y otros materiales similares (tuercas, cohetes pirotécnicos, una garrafa de gasolina, capuchas y ropa, entre otros objetos).

Estos incidentes son los más graves ocurridos en Pamplona en los últimos tiempos, después de los registrados en mayo en las fiestas del barrio de la Chantrea y en agosto en la localidad de Burlada, situada junto a la capital navrra.

El Ayuntamiento de Pamplona ha evaluado los daños generados en los altercados en 1,8 millones de pesetas. La fachada de la Casa Consistorial, que fue atacada con varios cócteles, ha sufrido desperfectos por valor de 250.000 pesetas.