EVACUADAS MILES DE PERSONAS DE LOS PUEBLOS CERCANOS A LA CENTRAL DE COFRENTES, EN UN SIMULACRO DE ACCIDENTE NCLEAR

VALENCIA
SERVIMEDIA

La Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana puso hoy en funcionamiento, en el entorno de la central nuclear de Cofrentes, el Plan de Emergencia Nuclear en la Provincia de Valencia (PENVA) "con total éxito", según los organizadores.

Se trata del primer simulacro que se realiza en España y uno de los más completos de Europa. Durante la operación fueron evacuadas más de dos mil personas de poblaciones cercanas a la central nuclear.

A las ocho de l mañana, la central de Cofrentes comunicó al Centro de Coordinación Operativa de Delegación del Gobierno que se había detectado un accidente nuclear. A partir de ese momento, efectivos de Protección Civil, Policía y Guardia Civil desplegaron un control de carreteras que impidió la circulación en un radio de 10 kilómetros desde la central de Cofrentes.

Coincidiendo con este dispositivo, se alertó a las poblaciones de Cofrentes, Jarafuel, Jalance y Cortés de Pallás, todas ellas pertenecientes a la denomnada Zona I, donde los riesgos de contaminación radiactiva son mayores, dada su proximidad a la central.

En Cofrentes se pudo escuchar a lo largo de la mañana, a través de megafonía, un mensaje en el que se se recomendaba, de acuerdo con la evolución del accidente simulado, que la población permaneciera en sus domicilios y aconsejaba a los no residentes acudir al Ayuntamiento. También se advirtió de la necesidad de recoger agua en recipientes cerrados, por si fuera necesario hacer uso de ella durante lgunos días.

A continuación, y una vez coordinados la Delegación del Gobierno, el Consejo de Seguridad Nuclear y los municipios afectados, comenzó la evacuación en autobuses de niños y mujeres hasta los centros de descontaminación, instalados en Requena y Ayora.

Para evitar que la radiación se "fijara" en el organismo, se repartieron supuestas pastillas de yodo, que en esta ocasión, por tratarse de un simulacro, fueron sustituidas por caramelos.

En el simulacro se actuó en el "nivel 5", dento de una escala de 7 puntos, que supone la emisión a la atmósfera de partículas radiactivas por una avería en el reactor nuclear.

Según los responsables de la operación, durante la misma la población no mostró signos de sorpresa. Incluso algunos vecinos declararon que "de producirse un accidente real, no daría tiempo a reaccionar, de ahí que realizar actos como éste sirve de bien poco". Otros, sin embargo, celebraron la puesta en marcha de un simulacro, "porque es un modo de estar prevenidos".

(SERVIMEDIA)
30 Mar 1993