El documento, que incluye tres ponencias de Diego Gracia, Gregorio Peces-Barba y Mark Siegler, se muestra favorable a la eutanasia pasiva y plantea la necesidad de una legislación que regule estas prácticas.

Según GonzaloHerranz, una legislación permisiva sería un error porque "no creo que la sociedad española sea una sociedad pro-eutanasia". Además, considera que el consejo asesor, integrado por personas de distinta procedencia ideológica, "no creo que pueda dar un dictámen favorable, tolerante o poco punitivo de la eutanasia".

Respecto a la encuesta realizada este año a 1.109 personas, entre personal médico, jubilados y estudiantes de medicina, en el hospital San Carlos de Madrid y en un hogar de ancianos de Pinto,que reveló que el 70 por ciento de los encuestados era favorable a evitar tratamientos que alarguen la vida del enfermo terminal, Gonzalo Herranz señaló que las encuestas deben ser "analizadas muy críticamente" y cuando se realizan definir claramente los conceptos para que las respuestas se adapten.

De cualquier forma, desmintió que la profesión médica esté a favor de la eutanasia, -aunque admite que puedan estar en contra de administrar tratamientos abusivos-, porque a su juicio, en el lenguaje médio eutanasia equivale a "matar deliberadamente a una persona"

"Si los médicos estuvieran a favor de la eutanasia en un 70 por ciento, una de dos, o son unos médicos que están aterrorizados por una especie de represalia política, que no existe; o carecen de coraje moral para hacer la acción que ellos consideran que debe hacerse. Además, tendría que haber miles de eutanasias en España".

Herranz considera que está justificado matar por compasión, porque puede tener "efectos expansivos y puede crear ua especie de agujero en que sea fácil asesinar o cometer homicidios invocando para ello la compasión. Me parece que la eutanasia es una tentación terriblemente difícil de vencer".

Además, señaló que, al ser una "una operación tan simple, tan rápida y pulcra, en comparación con las semanas o meses de una vida poco válida de un paciente terminal, que es una carga también para los que están a su alrededor, se considera como una gran solución la eutanasia. Pero una vez que se mata a un paciente, ese médic ya no puede dejar de matar y sería decantarse por una ética utilitarista".