A pesar de esta reflexión, indicó que "siempre es mejor estar en un escaño y participar en las instituciones democráticas que apoyar la vilencia o utilizarla directamente".

Pidió a todos los partidos democráticos que hagan un "ejercicio de responsabilidad" y que permitan con su actitud tolerante que se configure un gobierno en el País Vasco y que lo haga "desde la estabilidad y la eficacia".

El Gobierno no quiere pronunciarse institucionalmente sobre la composición del Ejecutivo vasco, y opina que deben ser las distintas fuerzas políticas las que se pronuncien al respecto.

Piqué insistió como viene haciendo en las últimas semaas en la necesidad de un Ejecutivo estable que esté al servicio de los ciudadanos y con el que el Gobierno central mantendrá unas impecables relaciones institucionales.

El portavoz del Gobierno eludió conectar la posible formación de un Ejecutivo exclusivamente nacionalista en Euskadi con la consolidación del proceso de paz, porque no es un paralelismo "adecuado".